EL
HIJO PRÓDIGO
El
hijo pródigo se dibuja sobre la silueta
del loco errante.
Detrás de él va sólo un perro.
El
hombre atraviesa el mundo
sin preocupación por la suerte de su alma,
en una inconsciencia parecida a la locura.
En su camino, pájaros fruteros,
ladronzuelos de mala ley
y danzantes se abandonan al ritmo ligero de los
desposeidos.
El
hijo pródigo deja el albergue deshonesto,
encanecido antes de tiempo.
Va dejando atrás, osaturas que fueron carne
viva.
Claudica hacia la puerta del padre;
su paso se hace leve, se va haciendo leve,
ya es casi sin ruido.
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FORMAS
La
imagen se ha deshecho sin dejar bordes.
El sol, la luna, los animales
en fragmentos moribundos.
En
un jardín cansado
circunvalaciones
lápices de colores
que un niño canturrea.
Así
la libertad
inocente y perversa
vuelve a crear mundos.
Bajo
un sol vertical,
Dios solía inventar.
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8
Tu
cuerpo es sólo una ventana,
para amar lo que hay del otro lado,
ese paisaje que me conduce a mí misma.
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9
No
se olvida el dormir suavemente atravesados,
sin vestiduras ni nombres previos
que nunca parten.
Para el Amante o Amado
sólo queda la revelación
con el ojo que no ve ni escoge el Sueño.