Al término de estas laboriosas permutaciones, llegué a una suerte de “cuadernos de cargos”, en el cual, para cada capítulo, estaba numerada una lista de 42 temas que debían figurar en el capítulo. Así, en el capítulo 23, debía utilizarse una cita de Verne y una de Joyce

 

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Una novela es un espejo que se pasea a lo largo de la ruta

por: Alejandro Neyra

 

El análisis de la novela 53 días de Georges Perec es una tarea que, como la propia novela, no podrá jamás dejar de ser inacabado.

Se sabe que el título de novela proviene del mismo número de días que Stendhal utilizó para escribir La cartuja de Parma. Asimismo, se sabe que la novela consta de dos partes. La primera, cuyo nombre es 53 días, y que está prácticamente terminada, es un relato de misterio. La segunda parte, cuyo título es Una novela es un espejo que se pasea a lo largo de la ruta, se inicia cuando se encuentra la mencionada primera parte, en el auto de un hombre que acaba de desaparecer. Ése, por supuesto, es también el argumento de la primera parte. Y el título de esta segunda parte proviene, nuevamente, de una famosa frase que utiliza Stendhal para dar una definición de novela.

La novela, se dice —y lo decía Georges Perec—, es posibilidad. Y es posible que la demostración de este apotegma, haya sido la verdadera intención de Perec al dejar inacabada esta novela, más allá de su propia muerte.

Efectivamente, entonces, puede haber sido otra causa para la muerte de Perec, ocurrida el 3 de marzo de 1982. Al morir en momentos en que se encontraba escribiendo la novela 53 días —hecho por muchos conocido y entre ellos sus amigos Harry Matthews y Jacques Roubaud, quienes recogieron los manuscritos de la inacabada novela e hicieron la edición que ahora conocemos, presentada como una suerte de sinfonía literaria inconclusa—, Georges Perec pudo querer demostrar que LA, pero sobre todo ESA novela, más que ninguna otra, sería siempre posibilidad.

¿Cómo explicar que las notas de la novela 53 días hayan estado perfectamente ubicadas y ordenadas para que Mattews y Roubaud no hicieran más que descifrar la por momentos incomprensible caligrafía perecquiana y editar la novela “incompleta”? ¿Cómo explicar la inclusión del título de la segunda parte de la novela, que invita a descifrar la primera parte y las posteriores notas como una vuelta de tuerca a la propia obra de Georges Perec? Más aún, ¿cómo explicar la auto-inclusión de Georges Perec como Perec y como GP en el capítulo final del segunda parte —y final— del libro?

Esta última pregunta, o mejor dicho, la posible respuesta a esta última pregunta, nos hace pensar en la mencionada hipótesis de la muerte deseada del autor, obligado por las circunstancias a auto-infringirse la muerte con el propósito de probar su pre-citado a-potegma. Esta, sin embargo, por supuesto, es sólo una posible solución al problema imaginario que representa aceptar la muerte de Perec, pues el análisis de la novela 53 días de Georges Perec es una tarea que, como la propia novela, no podrá jamás dejar de ser inacabado.

Una novela es un espejo que se pasea a lo largo de la ruta

(Un Roman est un Miroir qui se Promène le Long de la Route )

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Para citar este documento: http://www.elhablador.com/perec3.htm

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