Violeta
Barrientos
Tragic/Comic
Edición
de la autora |
Cuerpo limpio, cuerpo mutilado
La
poesía escrita por mujeres en el Perú ha recorrido
caminos disímiles, tan disímiles que podríamos
hablar de un crisol de voces, de expresiones, temáticas,
puntos de vista y un largo etcétera que, sin embargo,
evidenciaría casi siempre un sabor a búsqueda
y afirmación de una identidad, de autodefinirse desde
sí en lo sexual, en lo social, en lo poético,
muchas veces desde el reconocimiento y la proclamación
de este cuerpo femenino.
Así,
tenemos el novísimo poemario de Violeta Barrientos
Silva y su tragicómica manera de presentarnos al
ser humano en su actividad cotidiana, en su existencia,
en su cuerpo. Alusión ligada al sentido de lo grotesco:
lo monstruoso y lo ridículo como dicotomía
ineludible de nuestro ser. Todo lo trágico y todo
lo cómico que se da en una vida, arbitrariamente
y sin delimitaciones. El cuerpo presentado desde lo grotesco
de sí mismo: la entidad latente que vive y se desarrolla
dirigiéndose hacia su propia y natural destrucción.
El
poemario está conformado por cinco partes: la primera,
a entenderse como el Tragic/Comic propiamente dicho;
seguido por Cuerpos extraños (el cuerpo en
contraste con los objetos y utensilios artificiales que
lo rodean); Cuerpos privados (el cuerpo ante una
sociedad que lo cohíbe, trata de ocultarlo o tener
control sobre él); Cuerpos mortales (el cuerpo
ante la guerra, el holocausto, el genocidio, todas las barbaries
del hombre contra el hombre); para finalizar con Cuerpos
cerrados (el cuerpo y lo marginal, el cuerpo apartado
en contra de su voluntad, el cuerpo recluido) y con una
lapidaria cita en la página final que nos hará
entender más bruscamente la posición de la
autora sobre las cosas: "Libertad, igualdad, fraternidad
/ Todo se homogeniza / Como la mierda".
El
inicio del libro reza el siguiente epígrafe: "Silencio,
estoy oyéndome latir", para continuar, en una
suerte de arte poética, con el primer poema, dejándonos
entrever muy clara y rotundamente lo que el yo lírico
quiere expresar, libre de artificios poéticos y posiciones
filosóficas, desde y en la forma más prístina
y pura posible: "Antes de cualquier filosofía,
la presencia (...) Las formas poéticas / abandonan
su alma y memoria / su arte y maneras, / para mear en público"
(2).
Barrientos,
además, trata las cosas del cuerpo en su perenne
enfrentamiento con el tiempo, tiempo que lo transcurre,
que al final termina pasando sobre él; así
también del abandono de uno mismo por asimilarse
a una sociedad que por el contrario se encarga de acabar
con uno, que lo repliega o hasta lo mutila. La limpieza,
los modales, todo lo que limita al cuerpo es enjuiciado.
El hombre solo, el hombre en sociedad, y su necedad hacia
su propio cuerpo temiéndole, rechazándolo,
con terror a despertar y creyendo estar despierto, limitándolo.
Y que en lugar de reconocerse pretende olvidar lo que es.
El control que trata de ejercer éste: el sacrificio
de los niños defectuosos en la antigüedad; los
requerimientos físicos de las organizaciones; los
pesos, las tallas estipulados; los hombres con los hombres
(salón de póquer); las mujeres con las mujeres
(salón de té). Actos vanos sin ninguna variación,
en una constante repetición a través del tiempo,
el mismo tiempo que se enfrenta con el cuerpo. ¿Acaso
vivir no es desgastarse? El lenguaje se hace simple y pretende
ser violento en algunos momentos, pero a pesar de ciertas
expresiones en inglés o francés (usadas en
forma irónica para aludir a refinamientos) consigue
ser una mezcla de crudeza y ternura. Un discurso, en buena
cuenta, sin ningún tipo de maquillaje ni pose engolada
que sin embargo en ciertas ocasiones podría pecar
de arrítmico o desangelado. Algunos de los textos
son bastante herméticos y otros ocultan sus sentidos
en una primera lectura. Por otra parte, ciertos poemas son
más claros para mostrar limpiamente ciertas concepciones
de la autora.
Si
algo hay que notar en todas estas estaciones del cuerpo
es que Barrientos aborda la temática corpórea
sin circunscribirse a la posición de la mujer que
explora su cuerpo y lo descubre con arrebato (recurso demasiado
utilizado, aunque para algunos justificadamente). Tragic/Comic
intenta hablarnos sin asumir el género femenino o
masculino; es una reflexión sobre nuestra entidad
vital desde una perspectiva sin ninguna polarización
que no sea la del cuerpo en sí.
Definitivamente, este poemario es una pieza que se presta
a la reflexión, pues a pesar del deslumbramiento
del hombre por el avance de la tecnología, el cuerpo
ha de acompañarlo y ser su recipiente, por lo que
le quede de actuación sobre la tierra, o al menos
mientras todavía pueda llamarse hombre.
©
Dante Ayllón Bulnes 
[
1
- 2
- 3 - 4
- 5 ]
|