1
Perpetuar
mi piel
en la mirada
de aquel ermitaño
que todas las mañanas
sonríe
su abismo
2
La
niña
cansada de jugar
abandona en aquel rincón
sus camaleónicos retratos
quiere oler
a mujer
para esclavizar
la piel y el deseo
en aquel cuarto
que no toque el amanecer
3
Abandono
Mi ubicuo nombre
Mi extranjera piel
Mi marchitada alma
Mi fallida voz
y todo muro
que tenga escrito
el Mi en su frente
pues sólo me enseñaron
que nunca fui yo
4
La
niña sentada
en la arena
inventa juegos
que no moje el tiempo
La
mujer sentada
en la arena
contempla a la niña
sepultar su blanco ropaje
entre las rocas
La
anciana sentada
en la arena
contempla a la mujer
cubrir su rostro
ante el vuelo de las calandrias
El
tiempo sentado
en la arena
contempla a la anciana
tocar con nostalgia
los pétalos que caen
de su cuerpo
Sentados
en la palma
de mis manos
5
Cuando
nuestras miradas
. . . . . . . . . . . . . . .
. . . . . . el aliento de las palabras
intentan acariciar
. . . . . . . . . . . . . . .
PALABRAS
. . . . . . . . . . . . . ..
. . . . . . .que cultiven
sobre mis sueños
. . . . . . . . . . . . . ..
. . . . . . .una rosa
. . . . . . . . . . . . . .
. SUEÑOS
Sumergidos
. . . . . . . . . . . . . ..
. . . . . . .de un cuerpo
en la tristeza
6
El
espejo muestra
tu vieja derrota
ya no eres aquella niña
que corre
a ocultarse
bajo el regazo
de la otra niña
aquella
que curaba
tus tiernas heridas
7
Levanta el rostro
y mira con agrado
al desconocido
que navega
en tu calmada piel
8
La
desnudez
de mi espalda
un pequeño refugio
desconocido
por el amante
la torpeza de mi voz
un llamado
a la otra piel
¿tienes miedo
de cruzar el otro
sendero?
Sí, miedo
al abandono
de tu espalda
liberada
9
Las palabras
me esconden
su ternura
sólo tus brazos
me enseñan
a descubrir
un nuevo lenguaje
10
Escucho la cercanía
de tus pasos
y la música uterina
de mis sueños
y mi lengua fragmentada
y todo vaticinio no humano
dibujan en cada hebra
de mi instinto
tu destino
11
No
me atrevo
a caminar
por aquellas galerías
que llevan mi nombre
Sólo me siento
a contemplar
mi inconclusa desnudez
12
Niña
has navegar tus negros cabellos
en aquel tierno cuerpo
en su espacio
no hay ocaso
no hay soledad
tu blanco barco
ya no naufragará
pues sólo tú sabes
que las olas siempre bailan
ante el hermoso descubrimiento
de dos cuerpos cautivos
que dejan en sus pasos
la arena derramada
del tiempo 
©
Liliana Fretel, 2004 
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